Recientemente hemos conocido una inmensa tragedia
consecuencia del derrumbe de un edificio en Bangladesh, que albergaba
varios talleres de artículos textiles, y en la que han muerto más de 1.000
personas. Adicionalmente nos hemos enterado también por la prensa que en dichos
talleres sus trabajadores cobraban menos de 30 euros al mes, que las
condiciones en el que desarrollaban su actividad eran deficitarias, y que en
ellos se atendían pedidos de varias e importantes cadenas de distribución
radicadas en países desarrollados.
Partiendo de esta terrible noticia, creo que podemos
hacer algunas reflexiones que nos permitirán sacar conclusiones con las que
mejorar el aporte de valor de la función auditora.
En primer lugar es que, como ya tuvimos oportunidad de
comentar no hace mucho tiempo, en los Planes de Auditoría deben recogerse como
entes auditables la supervisión de los procesos externalizados, ya que, aunque
asumidos y realizados por terceros, comportan riesgos para las organizaciones
descentralizadoras que deben ser también adecuadamente valorados y gestionados.
En este punto, y en beneficio de la duda, aceptemos
que el proceso de fabricación empleado en esos talleres sí hubiese sido
auditado; pero viendo los hechos acaecidos, sería más que probable que se
empleasen para ello especialistas locales, lo cual no siempre es recomendable,
ya que los ambientes y prácticas usualmente utilizadas en los países donde se
desarrollen los procesos pueden condicionar los niveles de los riesgos que se
consideren razonables. Por tanto, nuestra primera recomendación es que, si en
la auditoría empleamos colaboradores de los países en donde se desarrolle el
proceso deslocalizado, que dejemos claro
cuál es el apetito al riesgo que como Unidad de Auditoría Interna se considera
aceptable, y que se verifique que éste nivel se asume realmente por quienes
colaboren en la realización de las auditorías in situ.
En segundo lugar, y si nos centramos en las
condiciones en las que esos trabajadores realizaban su actividad, es probable
que concluyamos que estas no eran las más adecuadas, pudiendo entonces concluir
que las empresas que encargaban sus pedidos a esos talleres priorizaban el
rendimiento económico a cualesquiera otros aspectos de la actividad empresarial
por ellas desarrolladas, entre ellos los derechos laborales de los
trabajadores.
Aunque quizás en épocas de crisis económica como la
que actualmente atravesamos no aportan las condiciones más favorables para
seguir avanzando en la sustitución del objetivo recogido por los postulados
relativos al Gobierno Corporativo, sustituyéndolos por los correspondientes a
los de la Responsabilidad Social Corporativa, creemos, no obstante, que desde
las Auditorías Internas se debe aprovechar cualquier oportunidad para insistir
en las ventajas de definir las estrategias orientadas al logro de una empresa
sostenible, ya que tan importante es alcanzar los objetivos y resultados
económicos–financieros, como la forma en que estos se consiguen.
Progresar en este cambio representa un salto
cualitativo importante, ya que no solo se tendría presente el valor que las
Organizaciones puedan generar a los accionistas, los Shareholders, sino que habría que
pensar en los Stakeholders, es decir en todas las parte interesadas, sean estas
internas o externas. Escenarios que están debidamente recogidos en las
definiciones que de ambos conceptos nos aportan la OCDE y la Comunidad Europea,
respectivamente:
Para la OCDE “El Gobierno Corporativo es un elemento
clave en la mejora del crecimiento y la eficiencia de la economía, así como en
el incremento de la confianza de los inversores. Implica un sistema de
relaciones entre la Dirección, el Consejo, los Accionistas y demás personas con intereses en la empresa”.
Mientras que la Comisión Europea define la Responsabilidad
Social Corporativa como: “la integración voluntaria, por parte de las empresas, de
las preocupaciones sociales y medioambientales en sus operaciones comerciales y
sus relaciones con todos sus interlocutores”. De donde se deriva que una empresa será sostenible cuando,
además de lograr una cuenta de resultados económicos satisfactoria y maximizar
su valor, resulte viable a corto y largo plazo por su contribución a un
desarrollo sostenible de su entorno y con pleno respeto a los derechos humanos
individuales y colectivos. Es decir, aquellas organizaciones que asumen una
triple dimensión en su actividad: la económica, la social y la ambiental.
De asumirse este planteamiento resultaría indudable
que la información a elaborar por las organizaciones no debiera limitarse a la
información financiera, ya que deberían incorporarse también los aspectos
sociales y ambientales; pero no en forma separada y oportunista como ha venido
siendo frecuente hasta ahora, sino en forma integrada.
La información integrada tiene como objetivo dar una
visión global de la Organización,
incluyendo información sobre el futuro para permitir que las partes
interesadas puedan hacer una evaluación más documentada sobre el porvenir de la
empresa, así como de la forma en que esta se ocupa de los riesgos y
oportunidades de sostenibilidad.
El informe integrado, según el discussion paper publicado en
septiembre de 2011 por el International Integrated Reporting Committee (IIRC), es el
resultado de un proceso de reflexión cuyo objetivo es mostrar la relación entre
la estrategia, el gobierno y el desempeño financiero, con el entorno social,
económico y ambiental en que opera la organización. Conocer esas conexiones
es lo que permitirá a las Organizaciones tomar decisiones que creen valor a
corto, medio y largo plazo.
Llegado a este punto debemos referirnos al Informe
King III, el cual debe su nombre a Mervyn E. King, antiguo Presidente del Tribunal Supremo
Sudafricano, que define a los informes integrados como "una representación
holística e integrada del desempeño de la compañía en términos de su
financiamiento y su sustentabilidad."
- Anuales.
- Que la información financiera y la información sobre sostenibilidad deben ir juntas.
- Deben aportar información suficiente para conocer la manera en que la Organización ha afectado a la vida económica de la comunidad, tanto positiva como negativamente
- Debe contener información a futuro para que el Directorio valore cómo puede mejorar los aspectos positivos y evitar los aspectos negativos
- La Información integrada requiere algo más que un complemento de información sobre sostenibilidad. Los informes sobre sostenibilidad deben integrarse con otros aspectos de los procesos de negocio y gestión durante todo el año. La sostenibilidad debe formar parte de la Organización.
- La Información integrada debe centrarse en la sustancia, en el fondo, más que sobre las formas.
- El Comité de Auditoría debe establecer un proceso formal de garantías sobre los informes de sostenibilidad, que asegure que la información reportada es confiable, y que no se produzcan conflictos o diferencias en comparación con los resultados financieros.
Aspectos todos ellos que, siguiendo lo señalado por la
Norma 2450 del Institute of Internal Auditors, han ser
debidamente supervisados por los responsables de Auditoría Interna, dando así
carácter de fiabilidad a su contenido, evitando presentaciones faltas de rigor.
Nuestra propuesta es que, si como esperamos, de lo
expuesto en estas líneas pudieran observarse mejoras cuantitativas y
cualitativas en la calidad de la información que se reporta a las distintas
partes interesadas, se aproveche cualquier oportunidad que pudiera existir para proponer al Directorio la conveniencia
de abrir una línea de trabajo con la que avanzar en la confección de informes
integrales, ya que, además, en mi opinión, más bien pronto que tarde, los distintos
reguladores nacionales se decantarán por exigirlos como una pieza más de las
mejores prácticas con las que optimizar el buen gobierno de las Sociedades,
sean estas cotizadas o no. Si en su empresa existe un compromiso con el largo
plazo, no hay elección, este es el camino.
Jesús Aisa Diez
Madrid, 11 de mayo de 2013.
Excelente escrito ahora lo importante es observar si en nuestros países en nuestras empresas se cumple con todo lo señalado y se hace mas proactividad en la función de la Auditoría Interna, nuevamente te señalo Jesús buen artículo
ResponderEliminarsaludos